lunes, 5 de diciembre de 2016

ROMANCE DEL INFANTE ARNALDOS

Dentro de los géneros narrativos existe el subgénero del romance. Se cuenta una historia, aunque en verso. En este romance, la historia es mínima, pero, sobre todo, el final es muy enigmático. ¿Qué creéis que significa?

Os recuerdo que, además de responder, tenéis que proponer un romance.




¡Quién hubiera tal ventura   
sobre las aguas del mar
como hubo el infante Arnaldos   
la mañana de San Juan!
Andando a buscar la caza   
para su falcón cebar,
vio venir una galera   
que a tierra quiere llegar;
las velas trae de sedas,   
la ejarcia de oro torzal,
áncoras tiene de plata,   
tablas de fino coral.
Marinero que la guía,   
diciendo viene un cantar,
que la mar ponía en calma,   
los vientos hace amainar;
los peces que andan al hondo,   
arriba los hace andar;
las aves que van volando,   
al mástil vienen posar.
 Allí habló el infante Arnaldos,   
bien oiréis lo que dirá:
—Por tu vida, el marinero,   
dígasme ora ese cantar.
 Respondiole el marinero,   
tal respuesta le fue a dar:
—Yo no digo mi canción   
sino a quién conmigo va.


Anónimo

20 comentarios:

  1. Mi romance es EL ROMANCE DE LA LUNA

    La luna vino a la fragua
    con su polisón de nardos.
    El niño la mira mira.
    El niño la está mirando.

    En el aire conmovido
    mueve la luna sus brazos
    y enseña, lúbrica y pura,
    sus senos de duro estaño.

    Huye luna, luna, luna.
    Si vinieran los gitanos,
    harían con tu corazón
    collares y anillos blancos.

    Niño déjame que baile.
    Cuando vengan los gitanos,
    te encontrarán sobre el yunque
    con los ojillos cerrados.

    Huye luna, luna, luna,
    que ya siento sus caballos.
    Niño déjame, no pises,
    mi blancor almidonado.

    El jinete se acercaba
    tocando el tambor del llano.
    Dentro de la fragua el niño,
    tiene los ojos cerrados.

    Por el olivar venían,
    bronce y sueño, los gitanos.
    Las cabezas levantadas
    y los ojos entornados.

    ¡Cómo canta la zumaya,
    ay como canta en el árbol!
    Por el cielo va la luna
    con el niño de la mano.

    Dentro de la fragua lloran,
    dando gritos, los gitanos.
    El aire la vela, vela.
    el aire la está velando.

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  2. Mario Gutiérrez:
    Me da ha entender que el infante Arnaldos está viviendo en su palacio cuando ve a un marinero lleno de riquezas que se sabe un cantar que amaina las aguas y que doma a las aves. El infante le pide que le cante esa canción y él le dice que solo canta a los que navegan con él.

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  3. Mario Gutierrez 1ºC:

    Romance del Prisionero

    Que por mayo era, por mayo,
    cuando hace la calor,
    cuando los trigos encañan
    y están los campos en flor,
    cuando canta la calandria
    y responde el ruiseñor,
    cuando los enamorados
    van a servir al amor;
    sino yo, triste, cuitado,
    que vivo en esta prisión;
    que ni sé cuándo es de día
    ni cuándo las noches son,
    sino por una avecilla
    que me cantaba el albor.
    Matómela un ballestero;
    déle Dios mal galardón.

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    1. Tenéis muy buen gusto eligiendo romances.Éste también es una maravilla.

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  4. Elias martín de la cruz

    La luna vino a la fragua
    con su polisón de nardos.
    El niño la mira mira.
    El niño la está mirando.

    En el aire conmovido
    mueve la luna sus brazos
    y enseña, lúbrica y pura,
    sus senos de duro estaño.

    Huye luna, luna, luna.
    Si vinieran los gitanos,
    harían con tu corazón
    collares y anillos blancos.

    Niño déjame que baile.
    Cuando vengan los gitanos,
    te encontrarán sobre el yunque
    con los ojillos cerrados.

    Huye luna, luna, luna,
    que ya siento sus caballos.
    Niño déjame, no pises,
    mi blancor almidonado.

    El jinete se acercaba
    tocando el tambor del llano.
    Dentro de la fragua el niño,
    tiene los ojos cerrados.

    Por el olivar venían,
    bronce y sueño, los gitanos.
    Las cabezas levantadas
    y los ojos entornados.

    ¡Cómo canta la zumaya,
    ay como canta en el árbol!
    Por el cielo va la luna
    con el niño de la mano.

    Dentro de la fragua lloran,
    dando gritos, los gitanos.
    El aire la vela, vela.
    el aire la está velando.

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  5. Me gusta mucho García Lorca. Hablaremos de este romance en clase.

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  6. Aida 1c Romance:
    Yo me acerqué hasta tu vera
    con miedo, ¿por qué negarlo?

    En las sienes me latían
    cincuenta y dos desengaños;
    gris de paisaje en los ojos,
    risas sin sol en los labios,
    y el corazón jadeante
    como un pájaro cansado.

    Yo me acerqué hasta tu vera
    con miedo, ¿por qué negarlo?

    Te reventaba en la boca
    un clavel de veinte años
    y en la mejilla un süave
    melocotón sonrosado.
    Cuando dijistes: «Te quiero»
    fue tu voz igual que un caño
    de agua fresca en una tarde
    calurosa de verano.

    Se me echó encima el cariño
    lo mismo que un toro bravo
    y quedé sobre la arena
    muerto de amor y sangrando
    por cuatro besos lentísimos
    que me brindaron tus labios.

    De la sien a la cintura,
    de la garganta al costado.
    ¡Qué boda sin requilorios
    sobre la hierba del campo!
    ¡Qué marcha nupcial cantaba
    el viento sobre los álamos!
    ¡Qué luna grande y redonda
    iluminó nuestro abrazo,
    y qué olor el de tu cuerpo
    a trigo recién cortado!

    El pueblo, a las dos semanas
    hizo lengua en los colmados,
    en las barandas del río,
    en la azotea, en los patios,
    en las mesas del casino
    y en los surcos del arado:
    «Un hombre que peina canas
    y que le dobla los años».

    Es cierto que peino canas
    pero en cambio, cuando abrazo
    soy lo mismo que un olivo,
    igual que un ciprés sonámbulo,
    Cristobalón de aguas puras
    que atraviesa el río a nado
    si ve en la orilla unos ojos
    o una boca hecha de nardos,
    para cortarle el suspiro
    con el calor de mis labios.

    Que me escupan en la frente,
    que me pregonen en bandos,
    que vayan diciendo y digan.
    Tú conmigo; yo a tu lado
    respirando de tu aliento,
    yendo al compás de tus pasos,
    refrescándome las sientes
    en la palma de tu mano.

    Centinela de tus sueños,
    hombro para tu descanso,
    Cirineo de tus penas
    Y San Juan de tu calvario
    para quererte y tenerte
    en la noche de mis brazos.

    ¡¿Qué importa que haya cumplido
    cincuenta y pico de años?!
    ¿En qué código de amores,
    en qué partida de cargos,
    hay leyes que determinen
    la edad del enamorado?
    En cariños no hay fronteras,
    ni senderos, ni vallados,
    que el cariño es como un monte
    con un letrero en lo alto
    que dice sólo: «Te quiero»
    Y colorín colorado.


    De Rafael de León

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    1. Qué original elegir a Rafael de León. Es famoso por sus letras para coplas. Coetáneo de García Lorca, Alberti... o sea, de la generación del 27. Es muy famoso por coplas como "Ojos verdes".

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  7. Héctor Martín Jiménez 1ºC

    ¡Oh cuán bien que acusa Alcino...!

    ¡Oh cuán bien que acusa Alcino,
    Orfeo de Guadïana,
    unos bienes sin firmeza
    y unos males sin mudanza!
    Pulsa las templadas
    de la cítara dorada,
    y al son desata los montes,
    y al son enfrena las aguas.
    ¡Oh cuán bien canta su vida,
    cuán bien llora su esperanza!
    Y el monte y el agua escuchan
    lo que llora y lo que canta:
    «La vida es corta, y la esperanza, larga,
    el bien huye de mí, y el mal se alarga.
    »El bien es aquella flor
    que la ve nacer el alba,
    al rayo del sol caduca,
    y la sombra no la halla;
    el mal, la robusta encina
    que vive con la montaña,
    y de siglo en siglo el tiempo
    le peina sus verdes canas;
    la vida es ciervo herido
    que las flechas le dan alas;
    la esperanza, el animal
    que en sus pies mueve su casa.
    La vida es corta, y la esperanza, larga,
    el bien huye de mí, y el mal se alarga».

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    1. Las metáforas son muy interesantes. Mañana hablamos de ellas:flor, encina, ciervo... ¿y el animal "que en sus pies mueve su casa"... quién es?

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  8. Romance sonámbulo

    A Gloria Giner y Fernando de los Ríos

    Verde que te quiero verde.
    Verde viento. Verdes ramas.
    El barco sobre la mar
    y el caballo en la montaña.
    Con la sombra en la cintura
    ella sueña en su baranda,
    verde carne, pelo verde,
    con ojos de fría plata.
    Verde que te quiero verde.
    Bajo la luna gitana,
    las cosas la están mirando
    y ella no puede mirarlas.


    Verde que te quiero verde.
    Grandes estrellas de escarcha,
    vienen con el pez de sombra
    que abre el camino del alba.
    La higuera frota su viento
    con la lija de sus ramas,
    y el monte, gato garduño,
    eriza sus pitas agrias.
    ¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde...?
    Ella sigue en su baranda,
    verde carne, pelo verde,
    soñando en la mar amarga.

    Compadre, quiero cambiar
    mi caballo por su casa,
    mi montura por su espejo,
    mi cuchillo por su manta.
    Compadre, vengo sangrando,
    desde los puertos de Cabra.
    Si yo pudiera, mocito,
    ese trato se cerraba.
    Pero yo ya no soy yo,
    ni mi casa es ya mi casa.
    Compadre, quiero morir
    decentemente en mi cama.
    De acero, si puede ser, con
    las sábanas de holanda.
    ¿No ves la herida que tengo
    desde el pecho a la garganta?
    Trescientas rosas morenas
    lleva tu pechera blanca.
    Tu sangre rezuma y huele
    alrededor de tu faja.
    Pero yo ya no soy yo,
    ni mi casa es ya mi casa.
    Dejadme subir al menos
    hasta las altas barandas,
    ¡dejadme subir!, dejadme
    hasta las verdes barandas.
    Barandales de la luna por
    donde retumba el agua.

    Ya suben los dos compadres
    hacia las altas barandas.
    Dejando un rastro de sangre.
    Dejando un rastro de lágrimas.
    Temblaban en los tejados
    farolillos de hojalata.
    Mil panderos de cristal,
    herían la madrugada.

    Verde que te quiero verde,
    verde viento, verdes ramas.
    Los dos compadres subieron.
    El largo viento, dejaba
    en la boca un raro gusto
    de hiel, de menta y de albahaca.
    ¡Compadre! ¿Dónde está, dime?
    ¿Dónde está tu niña amarga?
    ¡Cuántas veces te esperó!
    ¡Cuántas veces te esperara
    cara fresca, negro pelo,
    en esta verde baranda!

    Sobre el rostro del aljibe
    se mecía la gitana.
    Verde cama, pelo verde,
    con ojos de fría plata.
    Un carámbano de luna
    la sostiene sobre el agua.
    La noche se puso íntima
    como una pequeña plaza.
    Guardias civiles borrachos
    en la puerta golpeaban.
    Verde que te quiero verde.
    Verde viento. Verdes ramas.
    El barco sobre la mar.
    Y el caballo en la montaña.

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    1. Os gusta Lorca, como a mí. Veremos qué significa este poema.

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  9. La luna vino a la fragua
    con su polisón de nardos.
    El niño la mira, mira.
    El niño la está mirando.

    En el aire conmovido
    mueve la luna sus brazos
    y enseña, lúbrica y pura,
    sus senos de duro estaño.

    Huye luna, luna, luna.
    Si vinieran los gitanos,
    harían con tu corazón
    collares y anillos blancos.

    Niño, déjame que baile.
    Cuando vengan los gitanos,
    te encontrarán sobre el yunque
    con los ojillos cerrados.

    Huye luna, luna, luna,
    que ya siento sus caballos.
    mi blancor almidonado.

    El jinete se acercaba
    tocando el tambor del llano.
    Dentro de la fragua el niño,
    tiene los ojos cerrados.

    Por el olivar venían,
    bronce y sueño, los gitanos.
    Las cabezas levantadas
    y los ojos entornados.

    Dentro de la fragua lloran,
    dando gritos, los gitanos.
    El aire la vela, vela.
    El aire la está velando.

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  10. Iván Dobromirov Ivanov

    ROMANCE DE LA MANO MUERTA

    I
    La niña tiene un amante
    que escudero se decía;
    el escudero le anuncia
    que a la guerra se partía.
    -Te vas y acaso no tornes.
    -Tornaré por vida mía.
    Mientras el amante jura,
    diz que el viento repetía:
    ¡Malhaya quien en promesas
    de hombre fía!

    II
    El conde con la mesnada
    de su castillo salía:
    ella, que lo ha conocido,
    con gran aflicción gemía:
    -¡Ay de mí, que se va el conde
    y se lleva la honra mía!
    Mientras la cuitada llora,
    diz que el viento repetía:
    ¡Malhaya quien en promesas
    de hombre fía!

    III
    Su hermano, que estaba allí,
    éstas palabras oía:
    -Nos has deshonrado, dice.
    -Me juró que tornaría.
    -No te encontrará si torna,
    donde encontrarte solía.
    Mientras la infelice muere,
    diz que el viento repetía:
    ¡Malhaya quien en promesas
    de hombre fía!

    IV
    Muerta la llevan al soto,
    la han enterrado en la umbría;
    por más tierra que la echaban,
    la mano no se cubría;
    la mano donde un anillo
    que le dio el conde tenía.
    De noche sobre la tumba
    diz que el viento repetía:
    ¡Malhaya quien en promesas
    de hombre fía!





    ROMANCE DE ROSA FRESCA
    ¡Rosa fresca, rosa fresca,
    tan garrida y con amor,
    cuando yo os tuve en mis brazos,
    non vos supe servir, non:
    y agora que vos servía
    non vos puedo yo haber, non!
    - Vuestra fue la culpa, amigo,
    vuestra fue, que mía non;
    enviásteme una carta
    con un vuestro servidor,
    y, en lugar de recaudar
    él dijera otra razón:
    que érades casado amigo,
    allá en tierras de León;
    que tenéis mujer hermosa
    e hijos como una flor.
    - Quien vos lo dijo, señora,
    non vos dijo verdad, non;
    que yo nunca entré en Castilla
    ni allá en tierras de León,
    sino cuando era pequeño,
    que non sabía de amor.

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  11. Dos buenos romances, clásicos. El primero lo utilizó Gustavo Adolfo Bécquer en una de sus leyendas: "La Promesa".

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  12. Romancero gitano:romance de la luna luna:

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  13. Romancero gitano: romance de la luna luna

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